miércoles, 16 de abril de 2008

Cariño Malo

Cariño malo me voy y que estés bien
Me alejo de ti con el dolor de dejar mi terruño
Pero con la certeza que nos pudimos haber amado
Querido como ningún otro par

Querido mío y señor perdido
Te abandono para que vuelvas
Te quiero a mi lado pero no herido
Te quiero a mi lado con nuevas alas

Estimado señor, lo amo
Debe saber eso, porque lo amo
Y lo acepto con su historia y sus yayas
Con petacas y maletas

Y así amándolo lo voy dejando
De a poquito pero caminando
Ya me iré del todo
Pero te seguiré amando

Inspiración

de la no inspiración, absolutamente desinspirada, llena de palabras pero casi ahogadas, no por pena ni dolor, están encalladas en alguna playa....y capaz ke vaya.......

Tu Cuento


cuento sobre cuento
ya no cuento
pero hay cuento
de poco cuento
pero de muchas cuentas
cuento cuentos
cuando tú no cuentas
porque sólo cuentas
tu vida fuera de cuento
quiero leer tu cuento
cuenta tu historia
cuenta tu dolor e ironía
cuenta qué cuentas
sobre lo que no quieres contar
y al contar quizás te liberes
del cuento que vives y cuenta
cuenta porque es tu vida
pero no cuenta
porque no estoy en tu cuento
cuenta sólo para ti
cuenta para tu vida
y quizás de tanto cuento
te des cuenta
que sí soy parte de tu cuento
pero al darte cuenta
lo más probable
es que al final del cuento
puedas ver que ya no pertenezca a tu cuento
porque vivo mi propio cuento
por ahora
necesitas de mi cuento
cuento con el que vibras
cuento con el que sueñas
pero ya tarde y viejo
te acordarás de mi cuento
cuento en el que quisiste estar
pero por puro cuento

Lo extraño de lo extraño



Te extraño sin conocerte, te extraño
sin probar tus labios y te extraño
sin saber casi nada
desconfiando y extrañando
te extraño
y mi amor es tan simple y complicado
pero te extraño
sin haberte amado
sin siquiera estar enamorada
te extraño
Ansío un abrazo poco conocido
y lo extraño sin conocerlo
Extraño haber compartido pocas horas a tu lado
extraño lo que no he vivido
malgasto este papel recordándote
recordando a un extraño
qué extraño!

La Noche


La noche es mi cómplice y tú mi destino.
Destino sin tino.
Tina vacía de rosas y cuentos.
Cuentos llenos de fábulas y misterios.
Misterios descubiertos.
Descubrimientos con magia.
Magia de la irrealidad.
Irrealidad de lo Imposible.
Tú, lo imposible.Cero a la izquierda

Planeta Tierra llamando a Marte

Planeta Tierra llamando a Marte!!...Planeta Tierra
Llamando a Marte!!..Hola!!...Estoy aqui!!...Cómo??..ya acabaste???...Peeeero, bueno..me gustaría que regaloneáramos un rato, pero sólo un rato....No?, que
estás cansado?...que tienes sueño?..ya?...pero es que yo...aún....bue..está bien...ok..quizás más
tarde....si..si..la pasé bien, suuper bien...qué! ya te vas??..no que tenías sueño?..ah..tu
cama..ok..si..claro..entiendo...ok...nos vemos...que te vas de vacaciones por unos días?...no hay teléfono donde vas a estar...ya..ok..si..entiendo. Bueno...un gusto..
Hola?, quién es?...ah..claro....por supuesto que me
acuerdo, si..te fuiste unos días no me acuerdo dónde, sólo me acuerdo que ibas a estar
incomunicado...claro..Buenos Aires,si..hay pocos teléfonos...pero...ya pasaron tres meses,
si..entiendo..no has tenido tiempo...claro..el trabajo..sip..si..claro..entiendo...hoy?...a qué
hora?...dónde??..en mi departamento?..si..tengo algo de comida..quieres que te prepare algo
especial?...ahh..algo rápido--ok--si....bueno...a qué hora?...si..a las 23:00...ok...
Hola!..si..tanto tiempo...gracias....que ya comiste?..pero si te prepa...bueno..si..entiendo...cena de negocios..claro...que has pensado en mi?, que
lindo!!..y qué pensaste?..en lo bien que lo pasamos?..(cuándo?), que te gustaría repetirlo?...tú
crees?..pero no sería bueno que me contaras cómo has estado?..no?...que siempre hay tiempo para hablar?...claro..si entiendo...bueno...ok..ayy..déjame!..no...no me
dejes!..ayy..pero no me toques ahí!!!..que te gustaría probar cosas nuevas?..(pero si apenas estuvimos una vez juntos!), por ahí?????.....tú crees???...cartuchismo chileno???...pero..no
duele???...no, si yo soy una mujer madura...sii....también voy a la vanguardia..si, lo
sé...sii..ok está bien!!!...aceite??...de cocina??....bueno..si..lo traigo..espérame...ya
está....bueno..ok....ayyyyyyyyyyyyy!!!!!!!....qué dolor!!!!.....ya acabaste??....bueno..que rico que
estemos juntos...no?...ya es tarde?..si?..tú crees?..si..que te vas?????!!!.....que mañana el
trabajo?..reunión temprano???...bueno..si entiendo...ok..si..claro..hablamos....

El Viaje


Lo primero que supe antes de decidirme a viajar a aquel lugar, fue que siempre estaban atrás, nunca nadie los había logrado ver en la parte anterior de la casa, siempre atrás. Eso era lo que más me llamaba la atención y despertaba mi curiosidad morbosa de saber el por qué habían decidido habitar sólo la parte posterior cuando años antes eran parte de un todo.
Manejé largas horas, los árboles pasaban rápido en el lateral de mis ojos, la calle larga e infinita estaba desierta, hacía tiempo ya que nadie quería saber de ellos, pero yo necesitaba estar ahí, sentir su olor, olor que seguramente me haría recordar muchas cosas.
Llegué al anochecer y tal como lo esperaba, estaban a punto de salir, la noche siempre les había atraído. No puedo negar que me llené de sudor, instantáneo, un miedo intenso se apoderó de mi cuerpo, sabía lo que me esperaba, sabía que mi decisión traería un final poco feliz, pero tenía que verlos. Necesitaba volver a experimentar lo que me había cambiado por completo la vida, lo que me había convertido en el ser que soy.
La casa inmensa y oscura estaba frente a mis ojos, todas las ventanas cubiertas por maderas puestas en desorden, habían querido hacerlo rápido, muy rápido, durante el día y teniendo la luz del sol como protectora.
Traté de entrar y al romper algunos tablones de una ventana, el olor putrefacto me invadió, empecé a darme cuenta que era el principio de mi fin, pero ya no había vuelta atrás. Ellos ya sabían que yo había llegado.
Entré rápidamente por el espacio extraño que logré abrir, caí de cabeza y algo me golpeó, no supe qué era, sólo sentí un poco de sangre caliente correr por mi cara, llegando hasta mis labios, que esperaban atentos algún tipo de sabor que los haría revivir.
No puedo negar que el miedo era proporcional a mi excitación. Excitación que hizo levantarme del suelo casi de un salto totalmente ajeno a mi condición física normal. Caminé por pasillos cubiertos de un lodo espeso, oscuros, hasta llegar al cuarto negro, toqué las paredes, no veía nada, sólo un poco de luz de luna se filtraba por las grietas de la casa ya venida a menos.
Me tendí en el piso, ellos vendrían a mi como aquella vez, más rápido de lo normal por el olor de mi sangre.
Me reconocieron de inmediato, hablaron unos minutos en una lengua que ya había olvidado, se subieron rápidamente encima de mi cuerpo expuesto a la nada.
Empecé a sentir ese placer que alguna vez me había llevado a lugares inexplicables, de a poco se agolpaba todo en mi mente, como si fuese la primera vez. Eran definitivamente ellos, pero ahora desde la parte posterior, no alcancé a preguntarles el por qué de su decisión de escoger sólo ese lugar, todo fue muy rápido, tan rápido que a penas alcancé a terminar mi último suspiro.

El Vestido


Compré el vestido sin saber para qué podría llegar a usarlo, de una tela suave, con la espalda descubierta y un suficiente escote para que nadie me mirara a los ojos, me hacía ver una princesa sin serlo.
Un día llegó el día y decidí usarlo, me peiné un poco, sólo brillo en los labios...y mi piel, recién salida de un baño increíble...con pura avena, miel y unos toques de lavanda.
Me perfumé como siempre..no podía salir sin mi perfume. Sin medias, demasiado calor. Sólo mi ropa interior de encaje, encaje suave como siempre. Sólo quería sentir mi piel.
Llegué un poco tarde, ya estaban todos a la mesa. Habían unas 7 personas, unos pocos conocidos, otros que jamás había visto.
Me senté y pedí vino, como siempre. No tenía hambre. Tomé mi copa de vino, me acomodé y sólo me dediqué a mirar. Todos conversaban, tranquilos, se reían, intercambiaban ideas...y yo miraba.
Por unos segundo mi mirada se cruzó con la de un hombre que no conocía, me miraba fijo, atento, sin desviar sus ojos ni por un segundo. Miré hacia otro lado, traté de conversar con la persona que tenía al lado, hablamos un par de palabras, cortesía al fin y volví a mirar y ahí estaba, con sus ojos penetrantes, sin dejar de observarme. Sentí una mezcla de incomodo y a la vez de agrado, era una mirada especial, una mirada que me decía mil cosas y a la vez me las quitaba. Decidí enfrentarlo y mirarlo de la misma forma para ver si dejaba su juego, pero no, siguió.
Ya no sabía qué hacer con la copa de vino, conmigo, con mi vestido, si taparme un poco el escote o simplemente hacer de cuenta que no existía pero era imposible, su mirada era demasiado penetrante e inquietante.
Decidí pararme e ir al baño. El lugar era un restaurant antiguo, grande, lleno de cortinas de terciopelo bordeaux. Caminé por el pasillo largo hasta llegar al baño, también estilo 1800, entré y tenía candelabros en vez de luces normales. Las velas iluminaban el lugar de una forma interesante. Me quedé un rato mirando y viendo los juegos de luces que se producían en las paredes, en medio de todo hasta que sentí que la puerta del baño se abría. Era este hombre, con su traje oscuro, alto, moreno, sin corbata, sólo un traje negro y su camisa blanca a medio abrir.
Me quedé sin aliento, sin respirar casi. Empezó a dar vueltas a mi alrededor. Sin dejar de mirarme, pero ya su mirada iba de arriba a abajo. Hasta que se paró frente a mi. Tenía un olor particular, entre perfume y no sé....
Pasó el dorso de su mano por mi mejilla, suave, casi sin tocarme. Luego su mano tocó mi frente y empezó a bajar hasta llegar a mis labios, uno de sus dedos los recorrió. Yo tiritaba a esas alturas. Luego, su mano llegó a uno de mis hombros, lo acarició suave, sintiendo mi piel. Se acercó hasta mi cuello y me olió, aspiró profundo como queriéndose llevar todo mi olor y se quedó en mi cuello mientras su mano seguía en mi hombro y lo acariciaba. Yo simplemente lo dejaba.
Se alejó nuevamente pero lo suficiente para que su mano pudiera bajar el tirante de mi vestido, luego, el otro, deslizándose hasta la cintura dejando así mis senos al descubierto.
Retrocedió unos dos pasos y me miró, me miró por unos minutos exageradamente largos.
Se acercó nuevamente y con sus dos manos dejó caer por completo el vestido, ahora dejándome absolutamente expuesta. Nadie decía nada, los dos en medio de este baño hermoso. Con velas jugando con nosotros o con él, yo sólo era parte de su juego.
Desnuda ante él, él mirándome, empezó a dar vueltas nuevamente, se puso atrás mío, me tomó por los hombros y acercó su boca a mi cuello, si tocarme con sus labios, sólo sentí su aliento. Con sus manos, me tomó la cintura, bajó hasta mis caderas, me acercó hacia él. Yo respiré profundo. Mi cuerpo se estremecía. Pero en ese instante, me soltó, volvió a tocarme la mejilla, en un gesto de despedida y se fue. Me dejó desnuda en medio de la nada, con su olor, con mi olor. Y quedé extasiada. Extasiada de un placer inexplicable. Sólo un placer de sentir casi sin tocar, de mirar sin llegar a nada, sólo el sentir. Sentir inmensamente el dolor físico de no sentir sintiendo.


Desnuda, en ese cuarto, a semi luz

Maldita Casa




Maldito el día en que le dije que sí a encontrarnos en esa casa milenaria, abandonada y más encima más lejos que la cresta.
Maldito el día en que me convenció que sería un día romántico, maravilloso, que nos pondríamos al día después de meses separados.
Maldito ese día.
La cama era increíble, creo que me di dos vueltas carnero y todavía quedaba espacio, las sábanas eran de seda y me resbalaba por todas partes. Lo primero que hicimos fue llenar la bañera inmensa, yo me había encargado de las sales, la espuma y el aceite aromático, afrodisíaco, él de llevar unas buenas reservas de vino exquisito y unas copas de cristal impresionantes.
Nos metimos casi de un piquero, que bañera más grande!, nadé un rato en círculos, él se recostó en una orilla, disfrutando de la espuma y jugando con ella. Me sumergí y lo empecé a buscar con mis manos, el agua era un poco terrosa ya que decían que venía de un manantial de la cordillera, pegada a la casa, así es que no podía ver nada bajo el agua pero mis manos lo reconocieron de inmediato, ya estaba excitado el muy guacho, totalmente paradita, toda para mi, la chupé hasta que pude aguantar la respiración, salí a la luz de las velas y lo besé con fuerza, exquisito, profundo. Nos empezamos a volver locos tocándonos por todas partes, tratando en un minuto de recordar lo pasado.
De tanto tocarnos se empezó a poner helada el agua así es que salimos como pudimos, enredados uno en el otro, todavía no me queda claro cómo pudimos subirnos a la cama pero ahí estábamos.
Me conocía tanto, sabía que me gustaba jugar, que me tocara largamente, que me besara de arriba abajo y así lo hizo, mientras yo con mis manos maestras lo excitaba cada vez más. Su lengua juguetona empezó a penetrarme, ya no podía más del éxtasis, tanto así que extendí los brazos hacia atrás del placer pero en esa ida de brazos di vuelta una de las botellas de vino sobre la cama, nos incorporamos rápidamente tratando de recoger la botella antes que terminara de vaciarse sobre las sábanas, todo era un desastre, vino por todos lados. Me acordé que al entrar a la casa había un armario que por curiosidad abrí y estaba lleno de mudas para la cama así es que decidí ir a buscar sábanas nuevas para arreglar un poco el entuerto.
Maldito el minuto en que decidí que era mejor cambiar las sábanas, él me insistió que era más exótico hacer el amor bañados en vino pero esa estupidez que tenemos a veces las mujeres de querer las cosas limpias me hizo contradecirlo e ir en busca de las malditas sábanas limpias.
Tomé la vela más cercana, me fui iluminando el camino como pude, no recordaba que el camino había sido tan largo hacia la pieza, pero caminé y caminé, me metí en distintos lugares de la casa sin poder encontrar el maldito armario, seguí buscando. Deben haber pasado unos veinte minutos hasta que me tropecé con no sé qué, caí de espaldas, me levanté emputecida de la rabia, seguí caminando, la vela no se alcanzó a apagar con la caída, pero casi inicio un incendio de la puta madre, a lo lejos divisé lo que podía ser el armario, por la sombra que no me dejaba ver el camino, caminé hacia esa sombra y efectivamente era el maldito armario, dejé la vela a un lado, saqué lo que creí eran las malditas sábanas limpias y miré hacia atrás, tratando de recordar qué camino había seguido y poder volver a la pieza lo más rápido posible.Creo que entré en diez lugares distintos, los pasillos eran infinitos, las piezas también, hasta llegué a lo que parecía un salón de baile por lo espacioso y vacío, salí de ahí por una puerta que no recordaba como entrada, así deben haber pasado treinta o cuarenta minutos ya que la vela se terminó de consumir. Ya a ciegas y sólo tanteando con mis manos seguí buscando el camino pero fue imposible. Cansada de tanto caminar, me senté a descansar y ahí me quedé dormida, no sé si fue el sopor del ambiente pero me dormí inexplicablemente y nunca llegué a la pieza, nunca la volví a encontrar, nunca encontré la maldita pieza, nunca volví a mi amante, no sé qué habrá sido de él...yo sigo acá sentada, tratando de explicarme qué pasó. Maldita casa

Nuevamente en Santiago


No puedo creer que ya esté en Santiago!, hace tanto que no nos vemos, un siglo diría si no fuera porque todavía no quiero cambiar las sábanas desde la última vez que estuvimos juntos, todavía está su perfume en la almohada, sus olores tan típicos y ricos.

A las 8?, maravilloso...
Tengo que apurarme, bañarme, menos mal que estoy depiladita, limpiarme bien donde no se ve pero se toca y se saborea, el día fue muy largo y ajetreado, estoy hecha una basura.

A las 8, complicado y me da un poco de lata, pero en fin, un buen polvo y a dormir, ojalá no se ponga densa con sus conversaciones infinitas sobre las relaciones humanas. Capaz hasta haya evolucionado en estos meses y me espere con un buen par de ligas, unos calzoncitos chiquitos y transparentes, un sostén...transparente también, tacos espigados, bronceada y con rico olor...

Es re tarde y no he hecho nada!, qué me pongo?, qué le gustará?, este trajecito dos piezas y estos zapatitos bonitos seguro que le parecen bien, ni me fijo en la ropa interior, total, me la saca siempre rápido y ni mira el muy azopado. Unas cositas para picar y una piscola, eso sé que le gusta, siempre le ha gustado la piscola y a mi el vino pero en fin.

Ya van a ser las 8 y me da flojera levantarme, la ducha está re lejos, mejor ni me baño, total...

Uyyy....diez para las ocho...ya!..qué música pongo?..algo tranqui para que podamos conversar, me muero por saber qué ha hecho, qué piensa, si ha pensado en nosotros, en alguna posibilidad de que por fin me diga que quiere pololear conmigo, estoy tan nerviosa!!....

Mejor me pido un radiotaxi, ya son las 8 y no llego ni cagando antes de las 9, qué día de mierda! Y más encima acepté juntarme con ella, me muero de sueño pero ya no tengo cómo avisarle.

Las 8!!!...mejor me voy a la cocina a ver si suena el timbre, nunca lo escucho...o miro mejor por el balcón a ver cuando llega??..si..mejor al balcón...me veré bien?, le gustaré?..quizás un poco más de perfume ....ahí....uy!..me dolió...como que pica...en fin...mejor me voy al balcón a ver cuándo llega.

Y si me devuelvo y le digo mañana que pasó algo imponderable?...no, ya estoy llegando. Seguro que llego y me la tiro en el sofá, le chupo sus pechuguitas ricas y redonditas, le saco con los dientes las ligas, seguro se pone húmeda altiro, así no me duele tanto cuando se la meta, así está bueno el camino, mejor primero que me la chupe un rato, es lo mejor que sabe hacer si es que para de hablar eso si.

No llega. Y si mejor bajo a ver si anda perdido?, por qué nunca aceptó el celular que le quise comprar? O mejor espero acá, capaz que mientras estoy bajando él llega y no escucho el timbre y se va pensando que no hay nadie.

Ese es el edificio, pare señor por favor, $5000???...gua...qué caro, ok, adios..
Timbre..timbre..cuál era??
Ya..este.-..Hola?..si..soy yo..subo

Ahí llegó!!!...ayyy..estaré bien???....me quedará bien lo que tengo puesto?, le gustará lo que preparé?, por lo menos tiene su piscola...

Hola....
Hola...

Hombres agotados


Hombres agotados
Aburridos, agobiados por la indiferencia
La monotonía.....
Y ahí estoy yo para saciarlos
Para darles cariño un rato
Para quererlos y enamorarme
Y me queda este vacío, sin nada
Solo conmigo que es suficiente.

No quiero cariños ajenos, pasajeros
Quiero cariños constantes y eternos
Quiero querer como yo sé querer.

Todo sonaba a la misma vez


Todo sonaba a la misma vez, has notado que de un tiempo a esta parte a las cosas se les ha dado por puro sonar?, parece que el sonido viene como condición explícita en un artefacto y ya no como valor agregado.
Todo sonaba, casi enfermante , abrí un ojo y distinguí que entre las cosas que sonaba estaba un mensaje desesperado por ser leído en mi celular.
En todo caso la culpa es mía por no haberme acordado de desconectar todos esos aparatos antes de dormir, pero cómo me iba a acordar de hacerlo si estaba en pleno éxtasis y lujuria, estaba en medio de esas noches de placer donde tu amante se dedica exclusivamente a hacerte gozar.
En eso estaba, aunque no lo creas.
Recorrió cada lunar de mi cuerpo, pasó sus dedos por cada palmo de mi piel, la sintió suave, agradable ( eso decía ), se notaba que disfrutaba el hacerme sentir la mujer más increíble del mundo, su placer estaba exclusivamente en darme placer a mi.
En esos minutos de pronto se te olvida que llegamos castigadas al mundo para darle placer a los hombres, se me olvidó por completo lo que yo podía hacer con él, extendida en el piso sólo sentía sus dedos curiosos por descubrirme, notó hasta lo que tenía debajo de un seno y se divirtió con eso, aprendió que mis orgasmos eran clitorianos ya que estaba esmerado en hacerme volar, su lengua saboreaba mis pezones mientras sus dedos seguían curiosos por aprender qué era lo que me gustaba.
Era mi espacio y mi tiempo, sólo yo existía para él y era la gloria, no tenía que preocuparme de nada, estaba sólo tendida, con contorsiones un tanto absurdas, pero que lo motivaban a seguir ya que cada cosa que hacía me excitaba aún más.
Y tuve mil orgasmos, no sé...cómo 4 quizás y morí en medio de no me acuerdo qué, sólo sé que desperté al día siguiente con tanto sonido extraño, la tele, el celular, el teléfono, el computador...y el mensaje, misterioso ......, lo tomé...casi sin entender ya que aún mi cuerpo se acordaba de todo lo que había pasado. Abrí los ojos como pude, trate de enfocar, me di cuenta que estaba sola, miré el celular, abrí el mensaje y..........no podía ser cierto lo que estaba leyendo...nunca fue él. Nunca fui yo. Nunca hubo un anoche, el mensaje lo decía todo. Fue esa pastillita que como broma me habían dado mis amigos, y ahora querían saber qué tal la había pasado. Hijos de la gran....

Estaba justo a mi lado

Estaba justo a mi lado, no había más lugar en ese departamento y se sentó a mi lado..Su pierna rozó la mía y agarró mi mano pidiendo disculpas, en ese momento me tuve que cruzar de piernas porque la excitación acumulada de meses estaba haciendo efecto, ya no podía contener mis fantasías hacia él, me encantaba, fascinaba, tenía los sueños más increíbles que se puedan contar, pues mejor ni siquiera contar ya que avergonzarían hasta al actor porno más codiciado.Al tomar mi mano tampoco pude evitar ruborizarme, estaba en un grado indescriptible de apetencia por su ser, desde la primera vez que lo vi, alto, con sus manos de pintor, sus dedos finos y largos. Llegó solo la primera vez, no hablaba..sólo observaba... traté de sacarle algunas palabras para escuchar su voz y maldición! era tan acorde a sus manos. Nos pusimos a conversar sobre la vida hasta que llegó Ariadna, saludó a todos, yo estaba ansiosa por contarle a mi amiga de mi descubrimiento, de ese ser increíble de manos increíbles y de voz increíble que estaba hablando conmigo, hasta que lo saludó, de un beso..en la boca!!...que desilusión más grande, no lo podía creer!!!...estaban juntos...cómo decirle a mi amiga que me había fascinado su pareja?.Pensé que se me iba a pasar, con el tiempo, que era solo calentura de primera vista, pero los meses pasaron y todo fue en aumento, peor aún con los detalles que me contaba ella de cuando hacían el amor, la dedicación sostenida de lamer su clítoris, de penetrarla mil veces y de llenarla de placer, fue peor, mucho peor, hasta esa noche..su mano encima de la mía, confiado en que yo era la mejor amiga de su novia, sintió mi mano tensa ante la suya, preguntó inmediatamente si había tenido un mal día, claro! dije yo, si..estoy tensa( tensa por hacerte el amor),me dijo si quería un masaje y sin esperar mi respuesta empezó a sobar mi espalda cual amigo fiel, pero no dejó de notar mis pezones que se endurecieron como si fueran piedra granito en medio de una ráfaga de viento, los miró..miró mis ojos y no hubo más palabras.Al otro día llegó a mi casa, buscando a Ariadna según él, por supuesto que no estaba conmigo, él sabía que tenía clases todo el día, se hizo el loco..miró al rededor y tan rápido como yo esperaba, me beso, me acarició, tomó mis nalgas con sus dos manos y apretó fuerte, luego rompió mi blusa, tomó mis senos entre sus dedos increíbles y les sintió la forma, los acarició, los apretujó, me tiró al piso, mientras yo le sacaba la ropa. Nos caímos y empezó a forcejear para penetrarme, rápido, con furia, llegó con su maravilla erecta y la introdujo fuertemente....de pronto sentimos las llaves en la puerta, se abrió súbitamente, ya no había tiempo de pararse o vestirse, Ariadna tenía llaves y las usó sin tocar el timbre como siempre lo hacía, ya no había tiempo....

Un Sueño

Cien personas dijeron, sólo cien personas era lo presupuestado para que se presentasen. Pero publicar un aviso en el diario sin mucho tino puede llevar a esas confusiones y en vez de recibir cien, recibieron casi cinco mil.
Obviamente el espacio estaba pensado como máximo para doscientos. Pero eso no lo sabíamos los que hacíamos la fila hace horas para ver si por fin se nos cumplía nuestro sueño.
Un tipo un tanto gordito y bajo nos gritó, luego chifló, pero sólo los de adelante lograban escuchar, tuvo que tomar un megáfono para llegar a los oídos de todos, la única forma de que semejante cantidad de gente escuchara. La gran mayoría estaba sentada en el piso, tomando agua, fumando, algunos leyendo, llevábamos siete horas esperando, así es que el grito y chiflido pasó absolutamente desapercibido en ese momento, sólo cuando escuchamos la voz en el megáfono entendimos que por fin había llegado la hora.
Yo estaba vestida con ropa suave, un vestido blanco, suelto, sin sostenes y con sandalias de cuero. Hacía demasiado calor para pensar en otro tipo de ropa.
Empezamos a entrar, de a poco, calmados en un principio, pero nadie tenía idea que la cantidad de gente era tal que de la lentitud y tranquilidad íbamos a pasara ser un tumulto y a transformarse todo en embestida.
Nuestro sueño se iba transformando de a poco en una pesadilla. Cuando todos terminaron de entrar, quedamos casi petrificados en el milimétrico lugar que nos había tocado, pegados unos con otros, casi sin poder mover brazos ni piernas.
Estando en esta posición, bastante poco grata, algo transformó ese momento en algo extraño, raro hasta ese momento para mi. Sentí en mi espalda descubierta, dos pezones duros que se apretaban contra mi. No podía dar la vuelta y mirar, no podía ver quién era, pero me gustaba, me gustaba la sensación. Pude sentir su olor, olor a especies, canela, clavo de olor...no sé, algo por el estilo, pero era un aroma embriagador.
Yo empecé a respirar un poco más agitadamente, ya que la nueva sensación me estaba provocando un raro placer, ella lo notó y comenzó a apretar sus senos, grandes y suaves, contra mi espalda, trataba, mientras su cuerpo se lo permitía debido al escaso lugar, de moverse y hacerme sentir. Mi respiración se agitó aún más. También lo notó, por lo que deslizó su mano entre mis piernas, hasta encontrar mi humedad, meterse entre mi vestido era fácil, así es que poco le costó llegar. Con sus dedos empezó a acariciar mi vagina, de arriba hacia abajo, suave, muy suave..casi sólo con la yema de los dedos, mientras sus pezones se apretaban más y más contra mi. La excitación ya era casi incontenible, cosa que obviamente ya se hacía notorio entre mis vecinos, ella gozaba aún más dándose cuenta que yo estaba entre avergonzada y excitada por todo el surrealismo que me rodeaba.
Estaba tan húmeda que introducir sus dedos en mi no le costó nada, los metía y sacaba con mucha suavidad, para luego volver a acariciarme, sólo a acariciarme, los volvía a meter mientras mi cuerpo se comprimía tratando de aprisionar sus dedos, hasta dejarlos salir para que siguiera con sus caricias. Suavemente, muy suavemente, tuve el orgasmo más maravilloso de mi vida. Casi me desvanecí, no pude evitar mis jadeos ni gritos contenidos, gemidos suaves se escapaban, mis vecinos no podían entender qué pasaba, sólo ella era mi cómplice.
Apagaron las luces del lugar, todos se empezaron a movilizar a otro espacio, espacio que no podía ver, sólo me dejaba llevar.
Seleccionaron a veinte, al cabo de diez horas de sólo mirarnos, no sé cómo lo hicieron, pero sólo veinte de los cinco mil que éramos. Prendieron las luces, la gente se iba moviendo, tuve espacio para caminar, pero sólo había vacío, ya no estaba. No pude ver su cara, no pude saber su nombre, sólo me quedó su perfume y mis sensaciones. Sólo me quedó el placer que no ha vuelto a ser igualado.
Todavía la busco, todavía trato de encontrar ese olor a especies, a canela, a clavo de olor. Todavía te busco.